viernes, 7 de marzo de 2014

Esa cosa nueva... creo que le dicen "Felicidad"

A veces siento que debo registrar de alguna manera los momentos, sobre todo los momentos que me hacen sentir genial y que si bien se que voy a recordar muchas cosas de las que suceden, me es casi imposible decir cuando amo releer las cosas escritas en este momento, porque me trasladan tal cual a ese preciso momento, es, a través de mis palabras que muchas veces puedo viajar en el tiempo, y me encanta, y por eso he estado implementando hacerlo en momentos de felicidad, aunque sea mas sencillo escribir, para mi, como escape ante tristezas que me desbordan, ante situaciones que me atemorizan tanto que debo hacer algo con ellas, como escribirlas, y aunque sea también, muy difícil encontrar un momento de la felicidad en el que decida detenerme y tomarme el tiempo de escribir. 
Ahora por ejemplo me encuentro en un momento de mi vida que voy a atreverme a llamar "felicidad". Felicidad que me sorprende a mi más que a nadie porque se da ACÁ (Cipolletti) y eso es simplemente sorprendente debido a las historias vividas en este lugar, en las que ni por un segundo pienso detenerme a explicar, porque de lo que quiero hablar hoy, es de la felicidad que vino a reemplazar ese malestar, y que vino con todo su potencial a instalarse en nuestras vidas, en nuestras cotidianeidades.
Por ejemplo, el viaje de improvisto a Bariloche, donde fuimos testigos del fin del tratamiento de mi hermana, donde fuimos testigos del momento exacto en que su pesar termino, y donde comienza, la vida de mis sobrinos. Sobrinos que pienso, un día van a tener 15 años, y yo voy a leer esto, recordando como me sentí ese domingo, en la clínica, acompañando a mi hermana, viendo su felicidad, viendo su sonrisa que llevaba tanto tiempo sin ver, compartiendo su alivio por terminar con ese tratamiento que tanto sentir les costo. Viéndolos, siendo lo mas pequeño que se puede ser, e imaginandome la familia agrandada por mellizos, que un día van a ser motivo tan grande de felicidad, como lo son hoy, para mi hermana. Poder compartir esos momentos es algo que me llena de vida.
Mientras tanto en Cipolletti han cambiado las vibras de este lugar que de vez en cuando me encuentro llamando "casa". Es indescriptible el ALIVIO que sentí cuando estas muchachas, que han traido luz a nuestras vidas, comentaban entre ellas lo bien que se estaba en esta casa, las cosas buenas que les habían sucedido aca, y como se sentían tan cómodas que no querian irse, demostrándolo de hecho con actos, durmieron acá como diez días, aproximadamente. jajaj. Yo me siento genial con eso, me siento genial socializando con gente que me hace bien, que me hace bien! Que me llena el alma. con la que me da gusto compartir mis momentos, con la que puedo compartir cosas que normalmente no haría con gente que conozco hace dos semanas. es raro. es raro lo que nos esta pasando, pero se siente tan bien, que aquí estamos, sintiéndolo!
Lo mejor de todo esto es verlo al Guri feliz. Simplemente feliz. y eso, como si fuera poco es haber cambiado las energías del lugar, me impulsa completamente hacia la felicidad. Me llena el alma.

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